jueves, 10 de abril de 2008

Gran protesta contra el ejército en Sinaloa

La gente ya está harta de tanto abuso del ejército y de plano fueron masivamente a protestarles a la tercera región militar. Lo que pasó en Badiraguato fue la gota que derramo el vaso.


CASO BADIRAGUATO
54 camiones repletos de gente llegaron a Mazatlán para la manifestación
Más de 3 mil serranos fueron los que encararon al Ejército de la Tercera Región Militar
Actualizado 09/04/2008 12:27:00

debate.com.mx | Jorge Luis Lozano

EL DEBATE de Mazatlán. La palabra "asesinos" en voz de miles de campesinos retumbó ayer como enérgico reclamo frente a los muros de la Tercera Región Militar. Ni una masacre más, ni un abuso más, ni siquiera un robo más por parte de los soldados, exigieron los habitantes de la zona serrana que se manifestaron masivamente en toda la ciudad.

Los inconformes demandan un alto inmediato a los abusos del Ejército e información oficial y confiable sobre la investigación que realiza el Juzgado Militar sobre el asesinato de cuatro jóvenes y otros dos elementos del Ejército, supuestamente perpetrado por soldados el 26 de marzo en Santiago de los Caballeros, Badiraguato.

En tono enfático, reclamaron la falta de interés de los diputados locales y gobernantes de la entidad para acabar con la zozobra que prevalece en la serranía debido a la inseguridad.

La última. Con la de ayer, son tres las manifestaciones efectuadas por los habitantes serranos en Mazatlán en un año. Esta vez, el comandante de la Tercera Región Militar, Roberto Miranda, fue blanco de las críticas. "Miranda, ya basta de tu incapacidad para imponer un control a tu gente", se leía como consigna en algunas mantas levantadas frente a la comandancia. "Miranda: Jefe Regional, tu récord: dos masacres", decían otras.

Los manifestantes, provenientes principalmente de Badiraguato, Cosalá, Culiacán y Elota, sumaron varios miles.

El director de Seguridad Pública Municipal, Trinidad Tirado, estimó la presencia de mil 600 inconformes, pero hubo quienes calcularon el doble.

Caos. La manifestación colapsó el flujo vehicular de la ciudad. Las calles que circundan el paseo costero fueron cerradas por elementos del Tránsito Municipal a partir del mediodía, cuando los manifestantes marcharon a lo largo del malecón, desde el hotel Aguamarina hasta el paseo Olas Altas.

El contingente continuó su recorrido por la avenida Miguel Alemán y luego por la Gabriel Leyva hasta llegar frente a la Comandancia de la Tercera Región Militar. Todas las calles y avenidas aledañas a la ruta fueron cerradas a la circulación.

La concentración de campesinos alertó al comando de seguridad del cuartel militar. Varios comandos armados, unos con rifles y otros con macanas, bloquearon los accesos principales del cuartel.

Luego se le sumaron varios grupos más de soldados a bordo de camiones. En tanto, la multitud de manifestantes gritaba sus consignas "Justicia, justicia, justicia", clamaban.

Un muñeco de cartón en forma de soldado uniformado fue quemada muy cerca de los guardias. "No somos tres, no somos seis, somos un chingo, piénsenlo bien", continuaban.

A través de bocinas, algunos exigieron que se aclaren las muertes de Édgar Geovani Araujo Alarcón, Héctor Zenón Medina López, Manuel Medina Araujo e Irineo Medina Díaz, los cuatro jóvenes de Santiago de los Caballeros.

Las pancartas hacían un recuento acusatorio contra el Ejército. "Masacres: 1976, Santiago (12 personas); 2007, La Joya (5); Santiago (4 víctimas)... ¿Cuándo serán los próximos?".

Ningún represnetante de la institución castrense se reunió con los manifestantes. Cuando los inconformes advirtieron el refuerzo de la vigilancia con elementos que empuñaban toletes, bajaron la contundencia de sus palabras.

Aclararon que la manifestación era pacífica y sólo querían exigir respeto. "Nadie nos manda, no venimos a pelear con nadie", gritó uno de los participantes.

Coordinación. Durante la movilización de inconformes se notó la ejecución de un plan de organización logística. Algunos manifestantes se comunicaban a través de radios de onda corta.

Varios grupos de personas vestidas como rancheros patrullaban la zona a bordo de camionetas último modelo y sin placas.

De los 53 camiones pertenecientes a líneas de transporte regional, sacaban miles de tortas para los participantes.


Al mismo tiempo que esto ocurre, senadores y diputados del FAP toman las tribunas en las dos cámaras del congreso. Todo esto es patriotismo. El poder emana del pueblo y los gobernantes deben de aprender a mandar obedeciendo al pueblo. La patria no se vende, la patria se defiende.


Por esto y mucho mas es un honor estar con Obrador y luchar por la nación.