lunes, 19 de noviembre de 2007

El engaño: prédica y práctica del PAN


Ya salió el nuevo libro de Álvaro Delgado denunciando a los maestros del engaño.

La nota en Proceso.
Enlace al análisis.
Nota en Dossier.
Nota en blog de Zacatecas.

El engaño: prédica y práctica del PAN

Dia de publicación: 2007-11-12 (Primera parte)

México, D.F., 6 de noviembre (apro).- "El engaño: prédica y práctica del PAN" es el más reciente libro del periodista Alvaro Delgado, quien revela y documenta, con base en abundante información, la acelerada degradación del partido político que ejerce el poder en México.

Prácticas fraudulentas, abuso del erario, claudicación ante el poder del dinero, manipulación de la fe, prácticas corporativas, uso faccioso del aparato gubernamental, cotidianas reyertas internas, pactos mafiosos con el priismo, dependencia de la cacique magisterial Elba Esther Gordillo… el desprecio del PAN a su historia.

En el prólogo de "El engaño: prédica y práctica del PAN", editado por Grijalbo, el historiador Lorenzo Meyer expone que son los propios panistas, con sus proclamas y sus obras, los que hacen un retrato de sí mismos:

"El resultado es nada halagador para un partido que por mucho tiempo presumió de ser modelo de integridad, de agrupación política representativa de la ‘gente decente’ y de la moral católica bien cimentada, pero que hoy ya no es sino una sombra de aquella época y modelo original."

Con autorización del autor de "El Yunque, la ultraderecha en el poder" y "El Ejército de Dios", y de la editorial Grijalbo, Apro reproduce el capítulo 13 "El engaño: prédica y práctica del PAN", que comenzará a circular los próximos días.

Los financieros del odio


…En el mundo empresarial y en el político es donde el relativismo doctrinal y el reblandecimiento moral llegan a extremos alarmantes… Atrapados en el laberinto del interés económico, que fatalmente se manifiesta en términos de compraventa y de provecho, están arrojando al lodazal principios y normas cuya sede está situada infinitamente más arriba.

Efraín González Luna. Los motivos del desertor.

Caía la tarde en Chihuahua y una vasta zona pudiente de la capital del estado fue tomada por piquetes de guardaespaldas, cuyos vehículos y aparatos de comunicación anticipaban un acontecimiento grande.

Se celebraba una boda.

Era la noche del sábado 15 de julio del 2006, y en el hotel Westin Soberano, de Chihuahua capital, nada oscurecía la felicidad de los contrayentes: Lisa Barraza y Marcelo Margáin exhibían, elocuentes, la dicha por su enlace.

Ella, con un discreto vestido blanco de mangas cortas y una cinta roja que rodeaba su cintura breve. El, portando un traje de fino corte que resaltaba su cuerpo atlético, forjado en la disciplina y el sacrificio que imponen los Legionarios de Cristo.

El muchacho venía de Monterrey, de una familia entregada a los grandes negocios y a la adoración de Dios. Educado toda su vida en colegios legionarios, a los 19 años de edad se incorporó al movimiento Regnum Christi, creado por la congregación fundada por Marcial Maciel.

Marcelo había vuelto de un viaje de un año como predicador del Evangelio, en Brasil, que emprendió, atormentado por los alcances de su fe.

"A pesar de llevar una buena vida espiritual y haber estado en algunos apostolados, sentía que no había hecho nada que realmente valiera la pena por Cristo, no experimentaba una verdadera entrega."

Pero esa noche el sufrimiento ya se había desvanecido: El ingeniero industrial por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) se enlazaba esa noche con Lisa Fernanda, una joven que también estudió en esa institución, hija del presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), José Luis Barraza.

Emparentaba la familia Barraza, de Chihuahua, con los Bergáin Berlanga, de Nuevo León, una familia de empresarios y políticos panistas que fueron socios de Kamel Nacif, el artífice de la infamia contra la periodista Lydia Cacho, en colusión con el gobernador Mario Marín.

En contraste con la modestia de los negocios de Barraza, que sólo ha tenido cargos gerenciales, los Margáin Berlanga fueron los principales accionistas del Banco de Oriente, uno de las instituciones financieras cuyo quebranto pagan los mexicanos por haberlo absorbido el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), y actualmente encabezan el grupo financiero regiomontano Margen.

Es familia de prosapia panista: Marcelo Margáin Berlanga, padre del novio, y su hermana Bárbara son

militantes del municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, el municipio más rico de México y cuyo alcalde es su hermano Fernando, aspirante a la candidatura al gobierno del estado.

Los Barraza —allegados al PAN de Chihuahua— ascendían a la elite, casi a dos semanas de las elecciones presidenciales del 2 de julio y cuyo recuento de votos estaba en curso.

El enlace civil tuvo un juez de lujo: el gobernador de Chihuahua, el priista José Reyes Baeza.

Y en la mesa principal, junto a Barraza y su esposa Liz Llamas, departían personalidades cuya presencia subrayaba el aprecio por el anfitrión:

Emilio Azcárraga Jean, presidente del Grupo Televisa; Valentín Diez Morodo, vicepresidente del Grupo Modelo y expresidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), y Claudio X. González, presidente del Grupo Kimberly Clark, expresidente del CCE y actual dirigente de los hombres más ricos del país.

Los Vallina Lagüera, del poderoso Grupo Chihuahua, y los Terrazas Torres, de consorcio Cementos Chihuahua, entre otras prominentes familias adineradas, también fueron convocadas a la boda religiosa, celebrada al día siguiente.

A la felicidad de la boda se sumó la dicha de la victoria —entonces todavía preliminar y luego ratificada— de Felipe Calderón, el candidato presidencial del PAN —del que el joven Margáin Zambrano es también militante formal—, sustentada en el apoyo financiero y propagandístico de la mayoría de los asistentes a la boda en la capital de Chihuahua.

Varios de los magnates locales formaron parte del elenco que financió la campaña de Calderón en el estado y en cuyo honor asistieron a una cena seis meses antes: se efectuó la noche del viernes 25 de febrero, seis días después del inicio formal de la campaña, y asistieron 400 empresarios.

Convocados por Enrique Terrazas Torres, coordinador financiero de la campaña de Calderón en Chihuahua, Sonora, Durango, Nuevo León, asistieron Miguel Fernández Iturriza, concesionario del emporio Famsa, el fabricante de Coca-Cola, y Pedro Zaragoza, propietario de las compañías gaseras más importante de México y América Central, y consuegro de Lino Korrodi, el recaudador de Fox en la campaña del 2000.

Y es que Chihuahua fue un enclave sustantivo en la trama —al más alto nivel— para imponer a Calderón en la Presidencia de la República, cuyo esquema involucró a las personalidades y características de los asistentes la boda:

La ilegal intervención del CCE —que presidía el padre de la novia—, el financiamiento abierto y a trasmano de prominentes magnates de México —Azcárraga, Claudio X. González y Diez Morodo—, la propaganda del miedo —mediante la asociación civil Celiderh—, la parcialidad del Instituto Federal Electoral (IFE) —infiltrado por militantes partidistas—, comportamientos contrarios al cristianismo —la fe de la que se ufana el novio—, y la promiscuidad partidista, como la que esa noche se dio entre el alcalde panista Juan Blanco Saldívar y el juez que celebró la boda, el gobernador priista Reyes Baeza.

Este elenco de asistentes y la obra que efectuaron explica porqué ocho meses después, en marzo del 2007, Calderón tuvo un extraordinario reconocimiento al padre de la novia, en la ceremonia de entrega de la presidencia del CCE, por su "patriotismo":

"Quiero externar para el ingeniero José Luis Barraza mi respeto por su trabajo al frente de esta importante institución y también mi reconocimiento por el valor para defender los principios e ideales que usted sustenta y que, además, sostienen a esta organización, por la responsabilidad y por el patriotismo con que se condujo al frente del Consejo Coordinador Empresarial."

Propietarios del PAN

Y es que desde Chihuahua se puso en marcha la ofensiva propagandística para aplastar a un contendiente: además de los promocionales, en radio y televisión, del CCE, que violentaron la ley y que costaron 136 millones de pesos, la asociación civil Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano (Celiderh) —desconocida en todo el país—, instrumentó una intensa campaña paralela, por los mismos medios, en las semanas previas y hasta la víspera del 2 de julio.

Contra los establecido en la ley y con la connivencia del IFE, Celider hizo transmitir promocionales en los que aparecían imágenes bélicas del golpe de Estado de Hugo Chávez en Venezuela, en 1992, que reforzaron el sistemático señalamiento del PAN y del CCE de que Andrés Manuel López Obrador era un símil del presidente de ese país.

La campaña del miedo, que adquirió dimensiones demenciales y aun de fascismo, fue escalando bajo un mismo guión: primero fueron los promocionales del PAN —"López Obrador, un peligro para México"—, el CCE alertaba sobre la pérdida de la estabilidad macroeconómica y después Celiderh atizaba con la instauración de la guerra civil, con enfrentamientos y cadáveres en las calles.

Aunque transitoriamente, y como parte del mismo esquema, reforzó la campaña un promocional –también ilegal— de Ecología y Compromiso Empresarial (Ecoce), una sociedad civil que administra un fondo creado por los poderosos grupos empresariales que fabrican Coca-Cola, Pepsi, Sabritas, Jumex, Hérdez y Nestlé.

El spot de Ecoce inicia con la imagen de un padre de familia, de clase media baja, que contempla en su casa sus pertenencias y dice:

"Por fin nos hicimos de nuestra propia casa, un coche, lavadora, refrigerador. López Obrador va a endeudar a México, los intereses que pago van a subir y no voy a poder pagar, voy a perder mi patrimonio como lo perdieron mis papás. Yo no quiero una crisis para mis hijos. Yo voy a votar por Felipe Calderón."

Celiderh fue más lejos en sus dos promocionales —reivindicada también con los emblemas de las agrupaciones Liderazgo Joven, Compromiso Joven y Alianza Sindical Mexicana—: muestran imágenes perturbadoras de Venezuela y de Hugo Chávez.

El primer spot exhibe multitudinarias marchas en Venezuela, tropas con armas que se enfrentan con civiles y cadáveres sobre las calles. Enseguida aparece Chávez, con uniforme militar, que anuncia el reparto de armas a la población, fusiles Kalashnikov: "Vayámonos preparando para la guerra asimétrica. ¡Socialismo o muerte!", proclama.

El promocional, de 20 segundos, se completa con la imagen de una joven clasemediera que hurga frenéticamente en su bolso para extraer su credencial de elector, mientras se escucha una voz, en off, que emite una recomendación: "En México no necesitas una revolución para lograr un cambio, ármate de valor y vota."

El segundo promocional es semejante: describe a un Chávez desafiante y en esta ocasión aparece un hombre maduro, también de aspecto clasemediero, que extrae su credencial de elector en la fila para votar.

La rúbrica de este promocional es la misma: "¡Armate de valor y vota!"

Pero el Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano, artífice de una de las expresiones de la campaña de miedo, no es un membrete se apareció repentinamente en la coyuntura electoral:

Se fundó en 1989, bajo el patrocinio de prominentes empresarios de Chihuahua, y su primer presidente del consejo fue Enrique Terrazas Torres, coordinador financiero de Calderón en los estados del norte de México, y heredó el cargo a su hijo, Luis Enrique Terrazas Seyffert, ambos militantes activos del PAN y de amplia influencia en ese partido en el estado.

Militantes también del PAN son Gabriela, Alberto Federico, Genoveva y Liciana Terrazas Seyffert, según el Registro Nacional de Miembros del PAN.

También es militante del PAN la esposa de Alberto Terrazas Seyffert, Belinda López Sroor, exsecretaria técnica del alcalde Juan Blanco, colaboradora de Calderón en la campaña y artífice del acopio de recursos del rico empresariado chihuahuense.

La mayoría de la familia Terrazas Seyffert forma parte del consejo de administración del Grupo Cementos Chihuahua, cuyo presidente es Federico Terrazas Torres, hermano de Enrique, y del que también forman parte los Márquez Prieto y los Márquez Villalobos, también familiares directos.

Los intereses de estos clanes están, entre otros muchos otros, en las empresas Inmobiliaria Ruba, Copachisa, Demek, Seguros Comercial América, Materiales Industriales de Chihuahua y Educación Superior del Norte, que administra el ITESM campus Chihuahua, que desplegó —como en todo el país— un activismo amplio en favor de Calderón.

Luis Enrique Terrazas Seyffert es administrador del rancho familiar San Luis, en el municipio de Ahumada, y apoyado por la Sagarpa con 300 vientres de ganado mediante el programa Progan.

Alberto Terrazas Seyffert es presidente del Consejo Consultivo de Fomento Económico de Chihuahua capital, y vicepresidente de Canacintra.

Luis Enrique Terrazas Seyffert era vicepresidente de Coparmex durante la campaña presidencial y asumió la presidencia, en noviembre del 2006, unos días después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitió su fallo definitivo sobre la elección.

Como Terrazas Seyffert, en el consejo directivo de Coparmex-Chihuahua proliferan militantes panistas, como José Luis Camino Dentone y Luis Guerra Tarango, vicepresidentes; el protesorero Ricardo Kalisch Seyffert y el vocal Alvaro Madero Muñoz, hermano del senador traficante de influencias.

En la campaña televisiva y radiofónica de Celiderh —que costó 30 millones 663 mil pesos durante las semanas que estuvo al aire y que el Consejo General del IFE consintió— se reprodujo un comportamiento ilegal.

Igual que con el activismo del CCE, Celiderh violó la ley electoral que prohíbe contratar publicidad a entidades distintas a los partidos políticos, pero también la ley que regula las asociaciones civiles.

Pero no nada más eso: Celider —que violentó su propio objeto social como asociación civil— presuntamente desvió recursos públicos del ayuntamiento de Chihuahua y del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) para financiar la campaña del miedo y aun del financiamiento que recibió de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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(Segunda parte)

México, D.F., 12 de noviembre (apro).- Sobre la abierta intervención de Celiderh en las elecciones del 2006, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) no admite equívocos: el artículo 48, fracción I del Cofipe establece:

“Es derecho exclusivo de los partidos políticos contratar tiempos en radio y televisión para difundir mensajes orientados a la obtención del voto durante las campañas electorales, conforme a las normas y procedimientos que se establecen en el presente artículo.”

Y en la fracción decimotercera, dispone:

“En ningún caso se permitirá la contratación de propaganda en radio y televisión a favor o en contra de algún partido o candidato por parte de terceros.”

Los partidos políticos, nadie más.

Sin embargo, el IFE y su presidente, Luis Carlos Ugalde, olvidaron deliberadamente esta disposición legal para frenar el proselitismo de Celiderh y apenas aludieron, en un tibio exhorto que le hicieron, a la presión que la campaña propagandística ejercía sobre el elector.

Así lo estableció le carta enviada por Ugalde a Rodrigo Ruiz Gandarilla, director de Celiderh --apenas dos días antes del fin de las campañas--, al que comunicó que el Consejo General del IFE “desaprueba el uso de mensajes violentos que puedan infundir temor en los electores mediante imágenes de violencia y uso de armas, que corresponden a realidades ajenas al contexto que se vive en México”.

En su tímido “llamado” a Celiderh para cesar los promocionales, enviado a Ruiz Gandarilla el 26 de junio, Ugalde añade:

“Todos los actores sociales que busquen promover el voto tienen el deber de conducirse de acuerdo con las pautas establecidas para ello por el Instituto. El Consejo General considera que estos spots no contribuyen a mantener el clima político más propicio para que los ciudadanos mexicanos ejerzan su derecho al sufragio de manera libre.”

Como parte del exhorto, Ugalde anexó a la carta a Ruiz Gandarilla la versión estenográfica de la sesión del día anterior y hasta le envía un parabién: “Sin otro particular, aprovecho la ocasión para enviarle un saludo.”

Obviamente Celiderh no suspendió la masiva difusión de promocionales, y sólo por la presión de la representación de la coalición Por el bien de Todos en el Consejo General, Ugalde tuvo que pedir a la Secretaría de Gobernación que, “de manera urgente”, ejerciera la interrupción de la campaña mediante la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC).

El argumento del IFE ante la Secretaría de Gobernación no fue, otra vez, la ilegal intervención de Celiderh, sino --una vez más-- porque su actuación “puede genera coacción o presión a los electores”.

El gobierno de Fox también se hizo tonto: a cargo de Garzón Santibáñez, un funcionario plenamente identificado con Carlos Abascal, RTC actuó con tal displicencia que la campaña concluyó a las 24 horas del miércoles 28 de junio, justo cuando la ley lo ordena finiquitar el proselitismo.

Y a la impunidad sobrevino la burla: Celiderh intensificó la tormenta de spots y todavía la noche del miércoles 28, último día para hacer campaña, un promocional se insertó, sin un corte de por medio, en el programa especial que contrató López Obrador en el Canal 2 de Televisa, en el que por primera vez aparecieron prominentes actores manifestándole su apoyo.

Con tal cinismo actuó el CCE: el miércoles 28, Barraza --el padre de la novia-- anunció que esa agrupación patronal “ha decidido suspender, a partir de esta fecha, la transmisión de los spots en radio y televisión en los que se exalta el valor que tiene el sostenimiento de la estabilidad económica.”

Pasadas las elecciones del 2 de julio, el activismo ilegal y faccioso de Celiderh se reactivó: por una parte, emitió una campaña para descalificar un recuento de votos y, después, otra contra el jefe de gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, por permitir el plantón de simpatizantes de López Obrador en el Paseo de la Reforma.

Consultado por el autor al respecto, Rodrigo Ruiz Gandarilla --quien es también militante formal del PAN-- rehusó proporcionar información sobre la propaganda desplegada por esa agrupación antes y después de las elecciones del 2 de julio.

“Por lo pronto nosotros, por consideraciones del presidente del consejo, vamos a dar posicionamiento hasta después del proceso electoral”, dijo Ruiz Gandarilla, aludiendo a Terrazas Seyffert.

--¿Por disposición del presidente del consejo o de su padre?

--No, ya… este… se tiene información a disposición. Yo creo que se conoce perfectamente y por lo pronto no vamos a dar un posicionamiento. Te pediría que nos hablaras hasta el día 7 u 8 de septiembre.

--Existen elementos de que Celiderh violó la ley sobre organizaciones civiles.

--En ese caso nos vamos a estar a disposición de las autoridades, que son las que van a resolver, en cado caso.

Del financiamiento y de las acciones de propaganda, mantiene el hermetismo, lo mismo que sobre su militancia en el PAN: “Cualquier cuestión hasta después de las elecciones.”

Pero después de las elecciones, Ruiz Gandarilla desapareció y sólo volvió a saberse de él hasta un año después: en agosto del 2007 fue nombrado director de la Confederación Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) en Chihuahua.

Y es que además de la ilegalidad en su campaña de miedo contra López Obrador --y luego las que hizo contra Encinas--, la opacidad es otra de las características de Celiderh: nadie sabe el origen de los recursos que empleó para las campañas para favorecer el PAN.

Existen elementos para presumir el desvío de recursos públicos, del ayuntamiento panista de Chihuahua, pero también de organismos internacionales, como la OEA y el BID.

Celiderh recibe, anualmente, recursos públicos del Indesol, del ayuntamiento, como el de Juan Blanco Saldívar, y del BID y la OEA.

En el 2005, por ejemplo, la OEA y el BID le otorgaron 340 mil 600 pesos para otorgar una beca a 36 “jóvenes líderes” que tomaron un curso, uno de cuyos capacitadores fue Ruiz Gandarilla.

El ayuntamiento de Chihuahua mantiene una estrecha colaboración con Celiderh --varios de los funcionarios de primer nivel tienen la doble militancia en el PAN y en esa agrupación-- y le ha transferido recursos económicos cuyo monto no ha sido especificado.

El más reciente fue, el 29 de noviembre del 2006: el alcalde Juan Blanco entregó 10 millones de pesos --la mitad con fondos públicos-- a 24 asociaciones civiles, entre ellas a Celiderh, que integran la alianza municipio-Fechach “Nuestra comunidad por la capacidad de su gente”.

A la ceremonia encabezada por el alcalde panista Juan Blanco --a quien Calderón designó responsable de supervisar la aplicación de los recursos públicos a nivel municipal-- asistieron varios de los funcionarios de primer nivel que pertenecen a Celiderh, y dirigentes de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechach), presidido por Víctor Silva, quien al mismo tiempo encabeza la Canaco-Servytur en el estado.

Celiderh, a la que erróneamente la coalición Por el Bien de Todos identificó como una asociación civil denominada “Ármate de valor” --lo que en realidad sólo fue el eslogan de la campaña sucia--, violó también la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil.

Esta disposición legal, publicada el 9 de febrero del 2004, establece obligaciones a todas las integrantes del Registro de Asociaciones Civiles del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), de la que Celiderh forma parte y cuyo registro es el CLD55062108019.

Con la compra y difusión de los promocionales durante el proceso electoral, además de violar el Cofipe –como ya se señaló--, Celiderh también contravino la ley de fomento a las asociaciones civiles.

En el capítulo sexto, De las infracciones, Sanciones y Medios de Impugnación, se establece, en su artículo 30, que constituyen infracciones a la presente ley, por parte de los sujetos que a la misma se refiere y que se acoge a ella, varias conductas.

Y en el artículo V, está claro lo referido a la actividad que, como asociación civil, desplegó Celiderh:

“Realizar cualquier tipo de actividad que pudiera generar resultados que impliquen proselitismo político, a favor o en contra, de algún partido o candidato a cargo de elección popular.”

Pero si viola las leyes, Celiderh violenta --además-- su propio objeto social establecido, desde su creación: en la cláusula segunda del acta constitutiva, inscrita en el Registro Público de la Propiedad con el número 7349, en ninguno de los diez puntos identifica la difusión de promocionales proselitistas.

Además de ilegalidad, inmoralidad.

Terrazas preside el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del gobierno municipal de Chihuahua.

Celiderh, a cambio, le otorga reconocimiento como el ayuntamiento más “transparente” del país.

Terrazas Seyffert puede decir, sin embargo, que es congruente con su talante de impulsar el uso de todo tipo de artimañas, incluyendo la guerra sucia, para que su partido, el PAN, gane elecciones.

En el proceso electoral de Chihuahua, en el 2007, rechazó firmar un pacto promovido por el CCE estatal para evitar descalificaciones y ofensas entre candidatos y partidos.

“Los chihuahuenses deseamos que las campañas electorales sean del nivel que la sociedad demanda, SIN GUERRA SUCIA (sic)”, demandaba el CCE en el desplegado publicado el 14 de junio.

Pero Terrazas Seyffert, como presidente de la Coparmex, se negó a firmar el desplegado y promovió la destitución del presidente del CCE, Mauricio Ochoa, presidente de la Canaco local, por ser simpatizante priista.

Rostros de El Yunque

Pero la influencia de Celiderh es más amplia: además de recibir, también, patrocinios económicos de los empresarios más acaudalados de Chihuahua y de participar en las campañas de miedo, Celiderh y otros organismos que gravitan en torno de la Coparmex, han conquistado importantes posiciones en los organismos electorales.

Este fenómeno se presentó, de manera clara, en el proceso electoral del 2006 cuando, pese a las quejas por el ingreso corporativo de la patronal, coparon la Junta Local Ejecutiva del IFE en el estado y sus consejos distritales para fungir como consejeros, a pesar de la evidencia de que son militantes formales o allegados al PAN.

La ofensiva --que se detallará más adelante-- no fue casual: Terrazas Seyffert impulsó el abordaje como vicepresidente de Coparmex y como dirigente máximo en Celiderh.

Celiderh, además, forma parte de Sociedad en Movimiento, la iniciativa de Coparmex para promover “un voto razonado” en todo el país, y que encabezó Alberto Núñez Esteba, antecesor de Barraza –el padre de la novia--, quien dejó el cargo de presidente del CCE el 15 de marzo del 2007 y a quien Calderón llamó “patriota”.

Pero, además, Celiderh es uno de los organismos plenamente vinculados a la Coordinadora Ciudadana, agrupación política nacional registrada ante el IFE, que fue fundada por Antonio Sánchez Díaz de Rivera, expresidente de Coparmex --diputado federal con licencia y candidato del PAN a la alcaldía de Puebla capital--, y presidida actualmente por Guillermo Velasco Arzac.

Ambos son militantes de la ultraderechista Organización Nacional del Yunque y artífices de la creación de numerosos membretes en el país que engrosaron la membresía de Sociedad en Movimiento y otra iniciativa análoga, aún vigente: “Mejor sociedad, mejor gobierno”, presidida por el propio Velasco Arzac.

Justamente la página de Internet de “Mejor sociedad, mejor gobierno” es el vehículo de propaganda de este entramado ultraderechista, junto con la página Yo Influyo.com, cuya sede se encuentra en el World Trade Center, en la Ciudad de México.

La trama en Chihuahua --que se reprodujo a todo el país-- la efectúan el PAN y la Coparmex, mediante un amasijo de organismos que gravitan en torno de ellos.

Los organismos empresariales se agrupan en el Comité de Participación Ciudadana (Cepac): y destacan, entre otros, Coparmex, Celiderh, Unión Social de Empresarios de México (USEM), Desarrollo Empresarial Chihuahuense (Impulsa), Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC), Centro de Fortalecimiento de la Sociedad Civil (CFSC), Coordinadora Ciudadana y Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem).

Terrazas Seyffert, formado en el ITESM, ha mostrado su talante conservador no sólo en el ilegal combate a sus adversarios, sino en temas de la agenda católica: en diciembre del 2006 encabezó una cruzada empresarial contra el libro de texto de biología para la enseñanza secundaria, cuya autora es Ana Barahona.

En el anuncio de movilizaciones contra ese libro de texto estuvo acompañado por el presidente de la Coalición para la Participación Social en la Educación (Copase), Vicente Según Marcos, quien propuso una medida osada: los organismos empresariales estaban dispuestos a absorber el costo de recoger de las escuelas el libro impugnado y sustituirlo por “Las maravillas de la biología”, editado por McGraw Hill, “porque es el menos malo”.

Marcos no es un personaje cualquiera: es militante panista formal y encabeza, a nivel nacional, la Red Familia, el entramado de membretes que exigieron --en el 2005-- la renuncia del secretario de Salud de Fox, Julio Frenk Mora, por cumplir con la norma de incluir la píldora de anticoncepción de emergencia en el cuadro básico de medicamentos…

En esa reunión, celebrada en la Ciudad de México, asistió Cecilia Romero Castillo, actual comisionada del Instituto Nacional de Migración (INM) y suegra política de César Nava Vázquez, secretario particular de Calderón, por quien se pronunciaron desde entonces para apoyarlo en la contienda interna y luego en la constitucional.

Y algo muy curioso: durante 11 años --de 1990 a 2001-- se desempeñó como director de Celider un personaje muy peculiar: Jesús Alberto Hernández Escobedo, quien desde el inicio del sexenio de Fox fue delegado en Chihuahua de la Secretaría del Trabajo, nombrado por el coordinador general de delegaciones federales, Gerardo Mosqueda Martínez, actual secretario de Gobierno de Guanajuato.

Al renunciar Mosqueda para irse a Guanajuato, a finales del 2006, Hernández Escobedo asumió el cargo, a invitación de Francisco Xavier Salazar Sáenz, sustituto en la Secretaría del Trabajo de Carlos Abascal, quien pasó a Gobernación.

La Coordinación General de Delegaciones de la STPS no es un cargo anodino: desde ahí se nombró a todos los delegados federales en los estados que, salvo excepciones, forman parte de la ultraderechista Organización Nacional del Yunque.

Después de las elecciones municipales de Chihuahua, en julio, Hernández Escobedo se incorporará al ayuntamiento que encabezará Carlos Borruel, allegado a Celiderh e identificado con cofradía que controla al PAN en ese estado.

Hernández Escobedo dejó el cargo en Celiderh y el presidente de la asociación civil, Enrique Terrazas Seyffert, y lo encomendó a Rodrigo Ruiz Gandarilla, parapeto de la trama sobre la campaña de miedo en la elección del 2006.

La currícula de Ruiz Gandarilla describe realmente quién es: dirigió, por ejemplo, el Programa de Capacitación financiado por la OEA y el BID, en el 2005; coordinó el Programa Cívico Coparmex en el 2004; un año antes fungió como miembro del Programa de Liderazgo de la Nueva Cultura Laboral, impulsada por Carlos Abascal; es miembro del Cepacy y de otros organismos afines.

Organismos camuflaje del PAN

El Consejo Mexicano de la Juventud (CMJ), Compromiso Joven y la Alianza Sindical Mexicana (ASM) acompañaron a Celiderh en una vasta campaña de spots por radio y televisión contra el movimiento de López Obrador y en defensa de Calderón, antes y después de las elecciones del 2 de julio.

¿Pero quiénes son y quiénes integran esos organismos? Sus dirigentes son –todos-- militantes formales del PAN.

Inclusive en el CMJ participa Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del asesinado candidato presidencial priista en 1994.

¿Quién financió la tormenta de spots? Televisa, Televisión Azteca y los grandes grupos radiofónicos.

Al menos eso fue lo que confesó al autor el presidente de Coparmex, Alberto Núñez Esteva, quien se puso al frente de Sociedad en Movimiento, un amasijo de organismos reales y fantasmales de la derecha

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De la redacción (Tercera y última parte)
México, D.F., 19 de noviembre (apro).- El Consejo Mexicano de la Juventud (CMJ) es una agrupación que, según la información que proporciona en su misma página de Internet, www.comejuv.org.mx, fue fundada en agosto del 2000 en Monterrey, Nuevo León, por Edwin Valdés Cabello.

Inclusive, cuando enumeran las acciones que efectuaron, detallan las prolijas tormentas de propaganda en radio y televisión, que denomina “campaña nacional de spots”:

La primera es “Respetemos nuestras leyes. Respetemos nuestro voto”, luego “Devuelvan Reforma”, y la tercera, “Defiendo al tribunal, porque el tribunal defiende mi voto”.

En el 2001, al darse a conocer su constitución, en Monterrey, el CMJ anunció que creó el Centro de Estudios y Capacitación “Miguel Miramón”, en alusión al general que trajo a México a Maximiliano, “donde se debatirá y se intentará dar solución a problemas nacionales, como la Nueva Hacienda Pública y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el nuevo proceso democrático en México”.

Edwin Valdés es también presidente de la Asociación Proméxico,

Pero Valdés Cabello no es un muchacho inquieto y desinteresado en la política partidista: es militante activo del PAN, lo mismo que muchos de los jóvenes que lo acompañan.

Es allegado a Cristian Castaño, presidente del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) en el gobierno de Vicente Fox, y actual vicecoordinador del grupo parlamentario de ese partido en la Cámara de Diputados.

Junto con Valdés Cabello hay otros jóvenes panistas, como Jorge Arrambide Montemayor, presidente de la Asociación Nacionalista Mexicana, y militante activo del PAN, familiar de Jorge Arrambide Garza, secretario particular de Ramírez Corzo, director de Pemex y director, durante once años, de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra).

Conforme a la estrategia de crear membretes para aparentar fuerza, Arrambide Montemayor es también presidente de la Federación de Organizaciones Juveniles de Nuevo León, cuyo coordinador de Desarrollo Estudiantil es Eugenio Garza, también panista.

El 16 de marzo del 2002, el CMJ presentó a Luis Donaldo Colosio Riojas como un miembro de esa agrupación, en un acto celebrado en el Parque Fundidora, de Monterrey, y se hizo acompañar de Valdés Cabello.

El 28 de abril se dio a conocer que ya tenía presencia en once estados y formalizó la mesa directiva: Jorge Arrambide, director general; José Luis Méndez, director del Centro de Estudios; Loreta Serrano, directora de Asuntos Internacionales, y el director de Comunicación y Publicidad, Luis Donaldo Colosio Riojas.

Después de la campaña de spots en el proceso electoral, al que no aluden, el CMJ lanzó, en agosto, otra contra el plantón en el Paseo de la Reforma, en la que exigían su devolución por parte de los seguidores de López Obrador.

“¿O qué, todavía no te cansas?”, preguntaban en uno de los spots y en otro, también con voz en off, pedían: “Necesitamos una Reforma libre de plantones”.

Al respecto, Gustavo Ruiz Martínez, secretario general del CMJ, señaló que desean "fomentar la participación juvenil por un país mejor y despertar el interés en temas de política".

Lo que no dio fue información sobre el costo económico de la campaña.

Para el 2006 la dirigencia cambió: dejó su cargo Colosio Riojas y fue sustituido por Martha Patricia Cantú Soraiz, y Valdés Cabello dejó la presidencia en Ricardo Almáguer Ramos, mientras que Arturo Avila Escobedo era director de Enlace Juvenil y Gustavo Ruiz Martínez asumía la dirección general.

Consultado por el autor en agosto del 2006, Ruiz Martínez se negó a revelar el costo de la campaña y el origen del financiamiento.

“Hemos tenido un esfuerzo para poder mostrar esta expresión de la ciudadanía, que creemos son millones de personas que están preocupadas por esta situación y hemos podido tener diferentes particulares que han podido demostrar esta preocupación y poder salir adelante”, dijo.

--¿Pero de dónde provienen los recursos?

--De diferentes particulares que han tenido esta preocupación por la situación actual del país.

El costo de la producción de los spots, dijo, es financiado por “particulares” que tienen “preocupación por la situación del país”.

--¿Han tenido descuentos de las televisoras?

--Obviamente, son datos que queremos guardar nosotros. Realmente lo que nos interesa es cuánto cuesta a los mexicanos este problema que hay en el país, cuánto cuesta al Gobierno del Distrito Federal, a los empresarios que están siendo afectados, a los empleados de las empresas que no están recibiendo ingreso por esos bloqueos. Es lo que más nos interesa a la sociedad.

--Los afectados han dado cifras.

--Eso es mucho más grande de lo que nosotros podemos aportar.

--Si los comerciantes dicen cuánto pierden, ¿por qué no decir cuánto cuesta esta campaña de spots, que rebasa los 15 millones de pesos?

--La transparencia es importante en la sociedad. Nosotros estamos dentro de ese marco de transparencia y, obviamente, no tenemos nada que no se permita en esta sociedad. Todo está en regla y estamos en favor de esta transparencia.

--¿Ya han gastado 15 millones?

--Yo podría darte el dato. Pero es mucho mayor la cantidad de dinero que se está perdiendo por los bloqueos.

--¿Quién proporciona datos?

--Esos datos nos los vamos a reservar.

--¿Son los “particulares” los que piden confidencialidad?

--También. Lo que más le preocupa a la sociedad es cuánto están perdiendo los empresarios por este bloqueo, cuántos recursos no renovables, como el tiempo, el cansancio por tomar otro medio de transporte. Esos son problemas mucho más graves de lo que cuesta la campaña (contra Alejandro Encinas, entonces jefe del GDF).”

--¿La inversión vale la pena?

--Así es.

Interrogado sobre la relación con Celiderh, Ruiz Martínez deslizó no tener una “relación directa” con ese organismo de Chihuahua, controlado por la familia Terrazas.

“Hemos coincidido en algunos eventos, sin embargo, como se ha mencionado en los medios, es algo que nos da cierta molestia, pero sí nos causa cierta extrañeza el hecho de que nos vinculen directamente. Ellos tienen sus actividades en sus lugares de manera muy particular, y nosotros el nuestro, y de esa manera lo vamos a mantener. Hemos coincidido con ellos, como con otros muchos grupos que existen en el país.”

--En los promocionales ustedes los firman con la Alianza Sindical y Compromiso Joven. ¿Es financiada la campaña de manera mancomunada?

--Hemos estado participando directamente con otras organizaciones y hemos coincidido en este momento político con el país y expresarnos; y creemos que hay muchas organizaciones que estarían dispuestas a salir adelante con este tipo de libre expresión.

Confirmó, también, que el panista Edwin Valdés Cabello fue el “presidente fundador” y es consejero del organismo, “y esporádicamente ha dado alguna asesoría, pero no está participando activamente en el Consejo Mexicano de la Juventud”.

--¿Promexico es otra organización o es la misma?

--Promexico es una asociación que tiene más de diez años aquí en Monterrey, y hemos coincidido en muchas actividades.

Ruiz Martínez confirmó, también, la vinculación con Guillermo Velasco Arzac, presidente de la agrupación política nacional Coordinadora Ciudadana, de clara orientación panista y jefe operativo de la secreta Organización Nacional del Yunque.

En efecto, como el CMJ, Compromiso Joven también es un organismo vinculado a la Coordinadora Ciudadana, de Velasco Arzac, y a Sociedad en Movimiento, patrocinada por la Coparmex.

Compromiso Joven es un organismo perteneciente a la Red Nacional de Jóvenes Voluntarios por México, cuya portavoz de ambos organismos es María del Pilar Vieyra Gutiérrez.

La joven es, también, militante del PAN en la delegación Gustavo A. Madero, igual que sus hermanos María del Carmen y José Antonio.

El apoyo a Calderón no fue gratuito: José Antonio es funcionario de la Procuraduría Agraria y María del Carmen cobró 230 mil pesos en la Secretaría de Gobernación para formar parte del “Escudo democrático”, instrumentado por la Unidad de Desarrollo Político, cuyo titular era Leonardo García Camarena, actual funcionario del gobierno de Jalisco.

La Red Nacional de Jóvenes Voluntarios por México tenía como coordinador nacional a otro militante del PAN: Roberto García Ortega, jefe de departamento de la dirección general de Políticas Sociales de la Sedesol, cuyo titular era Gustavo Serrano Limón, militante también de ese partido y hermano de Jorge Serrano Limón, dirigente de Provida.

Después del proceso electoral, García Ortega se incorporó al gobierno panista que en Morelos encabeza Marco Antonio Adame: es director general de Educación Permanente de la subsecretaría de Educación.

Pero la articulación de todos estos membretes no fue ni es improvisada, porque tienen años trabajando de manera conjunta. Un ejemplo de ello, que acredita además cómo gravitan en torno de personajes clave de la extrema derecha, es el Encuentro Nacional Juvenil, titulado “Ni un paso atrás en la transición”.

Se celebró el sábado 7 de junio del 2003, en el World Trade Center, de la Ciudad de México, organizado por la Coordinadora Ciudadana, presidida por Guillermo Velasco Arzac, Celiderh, Coparmex, Consejo Mexicano de la Juventud y el Movimiento Campesino para el Cambio, presidido por el panista Víctor Piña Leos.

Y tuvo también un sello oficialista: en la ceremonia inaugural, el secretario de Educación, Reyes Tamez, pronunció un discurso a nombre de Vicente Fox.

A Velasco Arzac le correspondió pronunciar la “conferencia magistral”, titulada “Nuevos paradigmas y retos de la política en México”, y después se procedió a un pánel de invitados internacionales:

Andrew J.S. Wo, de Taiwán; Luis Losada, de España; Yevgeny Ambartsumou, de Rusia; Aparicio Walter, diputado democristiano de Chile, y Orlando Gutiérrez, secretario del Directorio Democrático Cubano.

Al cabo de un descanso, participaron Edwin Valdés Cabello, por el Consejo Mexicano de la Juventud; Francisco López Díaz, de la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Coparmex; María de las Nieves Aguilar Carranza, de Solidaridad Popular, y Armando Gutiérrez Cuevas, de Celiderh, y director de Fomento Económico del ayuntamiento de Chihuahua.

Y al final firmaron, todos, un documento: “Compromiso: todo por la transición.”

Un dato revela su orientación: todos son militantes, activos y adherentes, del PAN y están inscritos en el Registro Nacional de Miembros de ese partido.

* * * *

En vísperas de la toma de posesión de Felipe Calderón, el 1 de diciembre del 2006 se puso en marcha otra campaña de spots, aunque ahora no apareció Celiderh. Lo firmaban el CMJ y Compromiso Joven.

Desde la noche del 29 de noviembre emitieron un promocional, en radio y televisión, para acusar al Partido de la Revolución Democrática (PRD) de “frenar el avance del país”.

El spot televisivo mostró a una madre con su hija viendo la televisión que transmitía imágenes del enfrentamiento a golpes entre diputados perredistas y panistas, luego que éstos tomaron la tribuna, el martes 28.

--Mamá, ¿por qué ese señor le está pegando al otro? ¿Hizo algo malo?

--No, mijita, pero él y el PRD le están pegando a México, no lo dejan avanzar.

En seguida, la actriz pontifica: “Ya estuvo bueno de tanto odio y amenazas, ¿no? México no es el PRD, es de todos. ¡Por eso, yo protesto!”

Otro personaje visible en la campaña de membretes de la derecha es Antonio Ravizé Martínez, militante del PAN en la delegación Benito Juárez del Distrito Federal, quien firmó como responsable un desplegado periodístico, el 10 de julio, en El Universal.

El desplegado, dirigido “a todo el pueblo de México”, aseguraba que los firmantes habían sido “funcionarios de casilla” y que, por ello, felicitaron al IFE por su trabajo y llamaron a respetar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Estos eran los firmantes: Celiderh, Alianza Sindical Mexicana, Consejo Mexicano de la Juventud, Compromiso Joven Promexico, Liderazgo Emprendedor, A favor de los mejor y Consejo Mexicano Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal…

En entrevista con el autor, Ravizé Martínez se negó a confirmar si, como se afirmaba en el desplegado, los miembros de los organismos firmantes fueron, todos, funcionarios de casilla. “Es algo muy personal. Es probable que sí, es probable que no.”

Y, retador, concluyó: “Ya lo publiqué, so what?

El Yunque, otra vez

Pero ¿quién financió el costo del desplegado? Ravizé se negó a informarlo, igual que, como ya se vio, los organismos negaron el origen de los recursos para la campaña de spots contra el movimiento de López Obrador.

Pero en agosto del 2006, cuando estaba en auge la campaña de linchamiento contra los manifestantes contra el fraude electoral en el Paseo de la Reforma, el presidente de la Coparmex, Alberto Núñez Esteva, dio pistas para conocer qué magnates estaban detrás del financiamiento de los spots del odio.

La campaña en marcha, en defensa de Calderón, fue en dos vías: a la que cuatro membretes tenían al aire, en la que enjuiciaban al jefe de gobierno capitalino, Alejandro Encinas, se sumó la emitida por Sociedad en Movimiento, una iniciativa de Coparmex para lanzar una cruzada de defensa de la infalibilidad de los cómputos del 2 de julio.

Núñez Esteva estaba al frente de Sociedad en Movimiento --un amasijo de mil 400 membretes derechistas, del que formaban parte los suscriptores de los spots contra López Obrador y Encinas--, y emitió programas especiales, de ocho minutos cada uno, para hacer una defensa del Instituto Federal Electoral (IFE).

Los programas especiales sobre el “imposible” fraude electoral fueron transmitidos, por ejemplo, después del noticiario estelar del Canal 2 de Televisa y eran casi idénticos a los mensajes institucionales del IFE.

Estos programas especiales y la campaña de spots en radio y televisión, aseguró, en realidad no costaron ni un centavo a las agrupaciones que los firmaban.

Los benefactores --reveló al autor-- eran Emilio Azcárraga Jean, presidente del Grupo Televisa, y Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, así como los propietarios de los grupos radiofónicos.

“Los tiempos nos los han sido dados, gratuitamente, todas las televisoras y los medios de comunicación”, reveló el gerente, quien explicó que los únicos gastos --“relativamente reducidos”-- fueron los de producción de los spots.

--¿Entonces no han hecho ningún gasto por la difusión en las cadenas televisivas y radiofónicas?

--Son gratuitas, sí --ratifica Núñez Esteva.

--¿Cortesía de Televisa?

--Sí, sí, sí.

La “invitación” de este organismo para transmitir los spots ha sido atendida, también, por otras cadenas de radio y televisión del país, así mismo de manera gratuita, con un discurso que ya fue acomodado tras la orden del TEPJF de recontar los votos de menos de 10% de las casillas: el impoluto conteo ciudadano dio paso a “errores humanos” sin mala fe.

No es nada extraña la conducta del Grupo Televisa: entre sus accionistas se encuentran prominentes magnates del país, públicamente confrontados con López Obrador, como Roberto Hernández y Claudio X. González Laporte, contra quienes la coalición Por el Bien de Todos promovió el boicot contra sus productos.

El boicot no fue sólo contra los noticiarios de Televisa, de por sí de escasa credibilidad y menguante rating, sino a los artículos escolares de Kimberly Clark y los productos de Jumex y Sabritas, empresas que identificaron sus estrategias de venta con frases y mensajes cromáticos de la campaña de Calderón y el PAN.

Sabritas, perteneciente a Pepsico Corporation y cuyo representante en México es Pedro Padierna Barting, dispuso de recursos de la trasnacional para apoyar la campaña “manos limpias” de Calderón, lo que contraviene la Constitución y la ley electoral, lo mismo que Celiderh, que violó la Ley de Fomento a las Actividades de las Organizaciones Civiles.

--¿A quién se le ocurrió formar Sociedad en Movimiento?

--A 40 organizaciones.

--¿Pero quién la imaginó?

--Cuarenta organizaciones, a partir de la Convención Nacional de Contribuyentes.

--Pero específicamente.

--Bueno, sucede muchas veces eso. Pero a partir de eso, en que participamos 5 mil personas, surgió la idea de por qué no formar Sociedad en Movimiento. Punto. Tan sencillo como eso.

--¿Fue al unísono?

--Sucede, aunque usted no lo crea.

--¿Al unísono se generó entonces?

--Sí.

Y poco después, sin mediar pregunta, el presidente de Coparmex aclara: “El Yunque no está en la mesa de discusión. No me interesa El Yunque, absolutamente. No está en mi agenda. Punto.”

Tampoco le importa, según él, que en Sociedad en Movimiento haya ideologías:

“No preguntamos a qué partido pertenecen. ¿Está claro eso? A mí no me interesa si están a la derecha o a la izquierda ni preguntamos a qué partido pertenecen. ¿Ok? ¿Está claro?”

Pero claro no estaba: a pesar de que Núñez Esteba aseguró que Sociedad en Movimiento se generó espontáneamente, en la constitución y articulación intervinieron prominentes personajes de El Yunque.